Apresurándome en medio de la espesura y la niebla, las ví al fin, allí estaban imponentes, sublimes elevándose en medio de aquel alto, orgullosas, testimonio de un pasado glorioso que nunca volverá, por que así fuera un civilización que según cuenta la leyenda fue condenada por los dioses por su inmoralidad y crímenes contra la naturaleza, su vida llena de guerra, emoción y pasiones era mejor en mi opinión que la escoria de donde salía. Ahora estaba al fin, pisando el musgoso suelo y mirando las columnas rotas, con el cielo mas impresionante que se podía vislumbrar, el momento cumbre en que estaba a punto de la tierra absorber al sol y el cielo rojo plateado se mostraba como un intermedio entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte, entre el sueño y la verdad escondida en estas ruinas. En eso pensaba maravillado cuando mi compañero me movió el hombro.
- Debemos tener cuidado Franz, esto debe estar lleno de trampas- dijo serio
- ¿y si descansáramos un rato?- dijo Kalia preocupada- este sitio me da mala espina y tal vez deberíamos examinar mejor las cosas
- No, me parece que no, este es el momento en que la orquesta hace el crecendo mas alto y emotivo, es el instante en que la obra alcanza y sube las escaleras del cielo
- ¡Franz!, ¡Estas loco!- dijo ella alterada- no te reconosco, no pareces el mismo ¡reacciona! ¡No te dejes llevar por esos sentimientos que tanto daño te han hecho ya!
Karl callo simplemente se limito a colocar una mano en el hombro de Kalia y emitir un gesto de negación, el comprendía lo mucho que habíamos pasado para llegar hasta aquí, sabia que las cosas no podían terminar así, era ahora o nunca, nuestro viaje al fin llegaba a un desenlace y fuera lo que fuera que nos esperara al final del camino no podíamos esperar. Proseguimos el paso lentamente, el sonido de nuestros pies pisando el suelo fijado hace miles de años, daba una extraña sensación de miedo y de estar entrando cada vez más en lo ultimo, en el fin de una avenida, ¿pero que es lo que hay al final? Quizás nuestro triste hogar sucio y acabado o tal vez el objeto que hemos buscado durante cada segundo de nuestra existencia y que le dará sentido a todo lo que hacemos, sin duda el colibrí tiene que encontrar al fin su flor.
Mientras caminábamos el tiempo parecía discurrir lentamente, orgulloso también se negaba a perderse el momento, veíamos columnas con runas grabadas, pronto nos acercaríamos a la primera de las tres pruebas y la expectativa era feroz. Entonces fue cuando lo vimos, enorme salio de la nada ¡Un enorme tentáculo!, me saco inmediatamente de la ensoñación en que me encontraba
- ¡Cuidado Karl!- le grite
Pero fue demasiado tarde, el tentáculo verde y pegajoso salido de la tierra alcanzo a coger a Karl
- ¡Karl imbecil!- grito ella llorando mientras sacaba su pistola y disparaba al tentáculo
Me puse a hacer lo mismo, saque mi arma y me fije rápidamente si estaba cargada, cualquier segundo de duda seria el último, empecé a disparar, pero lo hice a la base para no darle a Karl. Este a pesar de encontrarse en problemas seguía con la misma actitud estoica que siempre había tenido en su vida y tal vez la tendría hasta el final, a pesar de todo hacia un pequeño esfuerzo por liberarse, pero no era mucho ¿es que acaso realmente quería morir?. Hice lo posible, dispare desesperado, ella se acerco mas pero las lagrimas le podían mas, el tentáculo agarraba a kart obstinado, terco y lo trago al fondo de la tierra, fue tan rápido que mis ojos apenas alcanzaron a percibirlo. Kalia grito, intento acercarse al lugar por donde había desaparecido el tentáculo, pero en mi fuero interior sabia que nunca mas volveríamos a ver a Kart. La sujete antes de que ella misma cayera en la misma trampa.
- ¡KARL!- grito
- ¡Idiota!- le espete, a mi también me salían las lagrimas- no puedes hacer nada mas, no me dejes solo ahora
Ella se arrodillo en el suelo, creo que la mataba mas su impotencia que el hecho de que Karl no estuviera ya, de no poder haberlo salvado. Yo la comprendía, también estaba triste, pero sabía en el fondo que Karl había muerto satisfecho de acompañarnos hasta aquí, luego llegaría el momento de lamentar a los caídos. Ahora debíamos continuar
- Karla…no podemos quedarnos aquí, el tentáculo puede atacarnos de nuevo, sin embargo creo que la clave esta en el suelo, fíjate en las runas grabadas allí, estoy seguro de que una de ellas indica cual es el piso trampeado
- ¡Pero que es que no sientes! ¿Qué no ves lo que acaba de pasa?- dijo llorando
- ¡A MI TAMBIEN ME DUELE!- le refute, las lagrimas también fluían por mis ojos- ¡Éramos tres pequeños con sueños de gigantes, tres pequeños con sueños de construir una escalera y alcanzar las estrellas! Se todo lo que hemos vivido, ¡Pero no podemos deternos! ¡Debemos hacerlo por el!
Ella no me respondió, simplemente se levanto triste, dispuesta a continuar el camino. Proseguimos examinando cada una de las runas plasmadas en el suelo, por una cultura que quería proteger su tesoro mas preciado y tenía por que, no se le puede dejar un chorizo de oro al gato mas puerco. Leía las runas, ella las iba traduciendo “odio” “venganza” “orgullo” “mentira” “hipocresía” y así seguían señalando todo tipo de formas y actos considerados malos por la humanidad.
- Me parece que la escalera de valores de estas ruinas es bastante negativa
- Sin embargo hay que averiguar cual es el origen de todas ellas, solo así podremos superar la prueba
Seguimos caminando lentamente, se veían repetidas 3 de las runas en múltiples ocasiones, pensé que tal vez ellas debían ser las causas por la connotación que cada una de esas palabras tenia, las supuestas causas de todos esos axiomas negativos. La traducción de cada una era: “satanas” “amor a si mismo” “normas”, mientras continuaba analizaba el problema, Satanas no podía ser la causa del mal, era una creación religiosa y por lo tanto motivo de cuestionamiento, además no me imaginaba a un pequeño diablillo viajando por todo el mundo y susurrándole al oído a los hombres lo que tenían que hacer, me parece que era en parte una excusa barata del hombre para deshacerse de sus culpas. ¿Amor a mi mismo? Esta si me ponía a dudar, el amor que las personas tenían por si mismas si que podía ser la causa principal, por que al final ¿Por qué mas hacíamos algún acto malvado si no es para darnos satisfacción a nosotros mismos? Pero caí en cuenta de algo, ¿Dónde quedaban los crímenes perpetuados por amor?, aquellos en que el hombre asesinaba, mentía, o robaba por su amada, ellos no eran para beneficio propio sino de otra persona que ese hombre gozaba viendo feliz. Solo quedaba una ultima opción, “las normas”, no cabía duda era esa, ¿pero no se supone que las normas antes ayudan a evitar el crimen y el mal?, me di cuenta de que no, ¡claro! ¡Solo si existía la norma existía la violación! ¡El mal no puede existir sin un bien que busque controlarlo!. ¡Kalia estaba a punto de pisar una de esas baldosas rotas!
- ¡Kalia idiota!- le grite
Haciendo un gran esfuerzo la empuje justo en el momento en que pisaba la runa entonces el tentáculo salio dispuesto a coger lo primero que estuviera a su alcance pero yo había logrado colocar a Kalia fuera de su posible sujeción. Ella no se movía, simplemente se recostó aterrada en mi regazo, seguía llorando. Así estuvimos unos 5 minutos, hasta que al fin ella misma tomo la iniciativa y decidió comenzar ya había entendido también el mensaje. Así pudimos pasar la primeras de las tres pruebas.
Luego de pasar un largo trecho, llegamos a lo que parecía ser el fin del camino, parecía que lo que había era una especie de balcón que miraba desafiante a la nada, al abismo. Al lado dos estatuas de dos Ángeles que parecían invitar con su mano a que observáramos lo que había en el fondo
- No lo entiendo- dijo Kalia que se aproximaba a mirar- llegamos hasta aquí, solo para ver esto
- ¡Cuidado!- le dije asustado- esta es la segunda prueba
- ¿Qué quieres decir?- pregunto indecisa, estaba a dispuesta a no cometer el error de hace un momento
- Creo que tenemos que mirar al fondo del abismo
- Eso parece fácil- dijo ella petulante
- Yo no lo creo así- dije asustado, me entro un terrible escalofrió
- ¿Por qué? ¿veremos algo muy horrible? ¿un monstruo de 9 patas con cabeza de topo o algo así?- dijo ella sonriendo y burlona, se estaba dando mucha confianza
- No, no es eso, es precisamente lo contrario, no veremos nada ¿podemos realmente soportar la nada?- dije en tono de miedo
- ¿Qué? No creo que ver nada me afecte
- ¿alguna vez has visto nada?- le replique
- No, pero…- parecía buscar argumentos para discutirme
- Todo humano tiene en su ser un sentimiento que le incita a la muerte, que le incita a volar una ultima vez, a acabar con su modesta y difícil existencia pues todos manejamos nuestras propias complejidades. Eso es lo que sientes cuando subes a un edificio muy alto y miras el suelo, pero levemente ¿no lo has sentido?. Todos en el fondo tenemos algo de suicidas, solo nuestro orgullo y voluntad puede salvarnos, el deseo de vivir es el que debe primar
- Si…
- El abismo, la nada, debe hacer que este sentimiento se expanda cada vez mas y que nuestro deseo de morir, de que el fin llegue aquí se multiplique de tal manera que nos obligue a tirarnos al abismo, francamente la invitación de esos ángeles es a que hagamos eso, a dejarnos tragar por la nada.
- ¿entonces debemos mirar?
- Me temo que si, si queremos sobrepasar esta prueba, espero que me hallas comprendido lo que se necesita para pasar esto
Ella asintió en silencio, nos aproximamos al abismo lentamente, las estatuas de los ángeles parecían mirarnos burlonas y con una extraña malignidad y entonces lo vi ¿pero que vi? Sin duda seria mejor preguntarme ¿Qué no vi?, que fue precisamente lo que paso, no vi nada, se hundía en el fondo de la montaña no había frontera, mis ojos se irritaban, era demasiado fuerte, pero no podía quitar mi vista. Ella también parecía mirar impactada, temblaba. La tentación de saltar era fuerte, ¿para que continuar? ¡podía volar lo mas alto! ¡Alcanzar las nubes! ¡Caer eternamente con una sensación de satisfacción en mi interior! ¡seria libre al fin como el águila o como el halcón! ¡La verdadera libertad y ahora estaba a mi alcance!. Yo…quería ser uno con ella…tan triste y al mismo tiempo tan hermosa…
¡No! ¡No caería!, no después de todo lo que nos había pasado, de lo que habíamos vivido, no deseaba volar, prefería las cadenas, al fin y al cabo ¿siempre las he tenido no?, había otras formas de alcanzar las nubes y las estrellas. Logre safarme con un enorme esfuerzo, había pasado la prueba. Sin embargo, Kalia seguía allí, mirando con terror lo que había ante ella, todo su cuerpo temblaba, no podía moverse, el sudor caia lentamente por sus sienes y sentía como una parte de su alma se estaba condenando a perecer en la nada..
- ¡Kalia se que puedes hacerlo!
Ella hacia su mejor esfuerzo para resistirse al fuerte impulso que le ocasionaba el abismo, las lágrimas salían de sus ojos y recorrían sus mejillas para caer en el suelo como el frío rocío de la mañana. Fue entonces su último gesto, por que inmediatamente su cuerpo se empujo hacia el vacío. Corri a sujetarla y la cogí de la mano, pero el abismo hacia fuerza para llevársela consigo, su destino había sido fijado, gritaba con rabia, decidí poner mi vida en no soltarla, yo lloraba como nunca. Ella parecía haber aceptado el hado que ahora se había fijado, y no me miraba. Yo le gritaba que se esforzara, que no se dejara caer, que aun tenia mucho que vivir. Pero no podía hacer nada contra una decisión que ya había sido tomada, ella había hecho uso de su libertad, de aquella que teníamos en exceso y que ahora me arrepentía de tener. Sujete su mano un tiempo, ella no me miraba, ni me gritaba nada, sentía sus suaves dedos que en alguna ocasión habían tocado mi cara, tantos recuerdos ahora enterrados por la brisa del olvido, la brisa que ahora se convertía en la nada que ahora la tragaba. Finalmente desistí y la solté, la vi caer lentamente, casi como si el tiempo se divirtiera viendo mi sufrimiento, no la volvería a ver, ella había escogido volar.
Me tire al suelo a llorar, sentía una frustración enorme, había pasado las dos pruebas pero a costa de perder uno de los mayores tesoros que tenia, las únicas personas por las que sentía algún efecto, ahora me sentía demasiado solo. El mundo estaba allí aplastante ante mi ¿valía realmente la recompensa para sacrificar todo lo que había hecho hasta ahora?, pronto lo averiguaría. ¿Cuál seria la tercera prueba?, no lo sabia pero algo empezaba a moverse en el ambiente, el ocaso había terminado y la noche llegaba al fin como una viajera que ha recorrido un largo trecho para caer cansada y abatida igual que lo estaba yo en aquellos momentos. La noche entonces parecía esbozarme una tenue sonrisa a través de la luna, compasiva de mí.
- ¡Llévame contigo!, ¡quiero desaparecer! ¡que todo esto termine!
No hubo respuesta
- ¿Qué me espera ahora? ¡por que tan alto precio! ¡te ríes de mi!- grite, luego rendido dije - al fin y al cabo no soy mas que un simple mortal.
La noche seguía inmutable, donde quiera que estuviera su semblante debía ser profundamente bello, pero de todas formas sentí una pequeña gota que caía sobre mi cara, la noche estaba llorando. No era lluvia, eran sus lágrimas puras, lagrimas verdaderas de quien ha vivido todas las edades del mundo. Las ruinas entonces empezaban a adquirir entonces un nuevo matiz para mi, un color sublime, todo se hacia tan claro de repente, era como si regresara al pasado, como si volviera a ver aquella gloriosa civilización. Fue entonces cuando lo sentí, aquel dolor punzante y crónico, sentí como mi interior se quemaba entonces me tire al suelo aullando del dolor. Era demasiado, era como si mi cuerpo no soportara tanta belleza, tanta gloria algo que se escapaba a los lugares en los que había estado hasta ahora
Y entonces bajo de los cielos ella, una hermosa mujer con alas blancas, de hecho todo su ser era blanco, era lo mas bello que había visto en mi vida, estaba hipnotizado ¿esta era la tercera prueba? Si era así no me importaba, solo quería estar con ella, en su figura se juntaban todas las máximas de lo lindo, creí recordar al verla las sonrisas, la alegría, los momentos mas felices de mi vida, todo paso ante mis ojos, desde cuando me dieron mi primer juguete pasando por mi primer beso y el día que había pasado una de las mejores fiestas de mi vida junto a mis amigos. Todo pasaba como un sueño que se repetía y ella estaba allí, desee tener un pincel para grabar su figura, las bien formadas facciones de su cara y aquellos ojos que me atravesaban y parecían prometerme el mundo. Ella parecía darse cuenta y brilló en su cara una sonrisa inocente que me hacia jurar que la protegería y lucharía por ella toda mi vida. No dude un segundo, de aquel ente celestial no podía proceder nada malo.
- Solo te falta una ultima prueba y entonces podrás venir conmigo- dijo ella
- Si es así, entonces ha valido la pena
- Siempre lo vale, tu creaste un sueño, ahora es el momento de que lo cumplas, los sueños son el lenguaje de los dioses
- ¿Qué debo hacer? ¡Oh gran diosa! ¡oh belleza en su esencia encarnada!
- Me halagas demasiado- rió tímidamente- solo mírame a los ojos durante un momento si puedes aguantarlo habrás pasado la ultima prueba
Decidí arriesgarme ¿Qué podía perder?, además ya había hecho todo el camino hasta aquí, la mire, sus finos ojos verdes se clavaron en mi despedazándome completamente. Fue entonces cuando lo comprendí, ¡había malgastado mi vida durante tiempo! Ella lo sabía, al comprender el verdadero sentido de todo esto me fragmente como un espejo que acababa de ser quebrado. ¿Qué quedaría entonces de mí? Hasta la nada tenia una mejor razón que yo para su existencia. Su mirada era cada vez más fuerte e impactante, sus ojos tristes y hermosos me recordaban cada vez más mi presente, mi pasado y mi futuro, la nada entre la nada y la nada. ¿Por qué había hecho todo esto? ¿Qué sentido tenia? No hubiera sido mejor que me tirara al abismo con mi compañera. Cada acción tenía una consecuencia, causas y efectos, era imposible salir de ese laberinto, no había hilo de Ariadna para poder salir, pero entonces, ¿Qué era lo que hacia posible que este efímera vida, este paso continuo entre un puente invisible fuera posible?, entonces algo solidó, algo debía mantenernos a flote y fue entonces cuando la mirada de ella me dio la respuesta, lo pude ver a través de aquellos oscuros iris. Eran los sueños, eran estos las grandes obras que nos permitían mantenernos en pie, era sobre estos que nos parábamos para desafiar el mundo una y otra vez, pensando en que es por ellos y por su cumplimiento que todo vale la pena. No pude evitar llorar.
- Tu soñaste esto, ahora recibes lo justo- dice ella con su tono inocente
- ¿es realmente justo?- pregunte sorprendido
- En tu sueño si y ahora déjate embargar por el- dijo tierna
Ella me cogió con sus alas me abrigo, mientras ascendíamos, en ese momento me considere el hombre mas dichoso del mundo, ¿era este un final feliz? No lo sabia, pero quería estar con ella para siempre, ¿A dónde me llevaría? No lo se, fuera lo que me esperaba al estar con ella podría sentir el amor, las pasiones y toda aquella alegría que nunca pude tener completamente.
- Has pasado la prueba, ven conmigo al mundo de tus sueños
Solo se que en ese instante, todo se volvió blanco y no recuerdo nada mas, solo rastros de plumas de alas blancas…
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